Por estas fechas estaba el embalse al 37´5 % de su capacidad y de nuevo -como en los años que hay más sequía- han vuelto a quedar al descubierto restos de antiguas construcciones.
Un cormorán grande (Phalacrocorax carbo)
Parte del antiguo puente de la carretera.
Un cormorán grande (Phalacrocorax carbo)
Sobre las piedras es frecuente ver egagrópilas de nutrias formadas por restos de cangrejos.
Pequeños pero numerosos manantiales con cauces de lodos naranjas , rojizos... formando -cuando el agua queda retenida- manchas de colores como si flotase aceite. Hace años nos llamaban mucho la atención y nos decían que seguramente se formaban porque había petróleo debajo; ahora sabemos -o sé gracias a Jesús Dorda- que ese color y esos lodos además de aspectos geológicos pueden producirlo ciertas bacterias como las "bacterias del hierro". ¡Quién sabe si las aguas de algunos de estos manantiales no están contribuyendo a la corrosión de tuberías y calderas que tantos problemas nos están ocasionando en el barrio de Vilga!
Gráfico de la situación del embalse con fecha de ese día (25-10-2016)
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