Aquel día había dejado una azada muy cerca de unas mentas en flor -a ellas suelen acudir bastantes insectos a libar- y eso debió atraer la atención de esta libélula, seguramente vio oportunidades de caza o buen lugar para solearse, descansar, el caso es que posada en la azada estuvo un buen rato, se dejó fotografiar y yo podía haber hecho una foto mejor pero... ésto es lo que hay. :( eso sí, del vídeo estoy contenta, mirad cuántos bichitos y el jaleo que se traen.